sábado, 15 de enero de 2011

Cómo ante el inmenso presagio de su acabar al fin. Perdido el intento y propósito de vencer el culminar resabido del llanto, en aquel amanecerse de nuevo. Sobrevivida. Y despuntar el pretender, reencontrándose en el eco de tantos nombres, Dios mío, a los que salvarse para comprender el hecho atrás. Bailar el absurdo de quererse por maldecir al corazón y resolver el motivo de su lejos. Lejos. Acaso emprender la huida, una suerte de fuga para sí y cualquier. El grito clamando de no poder y hambre, con el puño alzado para recordar qué vestigio del alma suya. Batallar la risa de oportunidad que concibe esta ilusión al comenzar la pasión de ser, sin ser en ella. Ruido de fondo.

3 comentarios:

  1. Sé en ti, que sobrevivir no es fácil.
    Ahora lo que toca es vivir,
    ¿Preparada?

    María.
    :)

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  2. Cuando te dediques a hacerle fotos a tus escritos, eso si que sera arte...
    Que buena eres. Gracias =)

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  3. "Un tal Lázaro Vélez se incorporó en su tumba, se despojó lentamente de su sudario, abandonó el camposanto y empezó a caminar en dirección a su casa. A medida que iba siendo reconocido, los vecinos se acercaban a abrazarlo, le daban ropas para que cubriera su desnudez, lo felicitaban, le palmeaban la espalda huesuda."
    M.B.

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